lunes, 12 de septiembre de 2011

TEXTO

Chic@s esta semana les corresponde  investigar las diferencias existentes entre Discurso y Texto,  igualmente su deber es  indagar desde otras opticas   los terminos  mencionados; ahora les presento un acercamiento del concepto  'texto', seguido de él, encontrarán lo referente al termino 'discurso', recuerden que  lo que yo les doy solo son definiciones bases. ¡éxitos!
  
1. El texto
"Detengámonos en la cuestión del texto para hacer algunas consideraciones respecto de éste. Tradicionalmente se considera como texto a todo tipo de estructura de sentido que está soportado mediante el manejo de un tipo de lenguaje.
Es evidente que sobre esta base se entiende que hay un texto, es decir, algo visible y manejable: en definitiva, la sedimentación del lenguaje articulado.
Nosotros entendemos que el texto se soporta en varios niveles que a su vez operan como producciones discursivas. Verón al respecto, entiende como texto a todos los “paquetes de lenguaje que uno encuentra circulando en la sociedad, en distintas formas: ya sea escrita, oral o en combinación con otros modos que no pertenecen al lenguaje (1995: 70):

a) Los textos literarios: el término de lo literario  lo empleamos acá del modo más amplio posible para implicar a los textos que tienen una coherencia y una organización interna y son producidos bajo las regulaciones específicas del lenguaje. En este sentido, son textos literarios desde las obras narrativas, los poemas hasta las noticias escritas. Sin embargo, pueden a su vez implicar la lectura y por lo tanto la sonorización del sistema.

b) Los textos no literarios cotidianos: son fundamentalmente aquél tipo de textos que se producen con cierta coherencia textual pero en algunos casos no obedecen a regulaciones sintagmáticas. Por ejemplo, las cartas, los informes, las relatorías hasta los diarios personales o los diarios de campo.

c) Los textos sociales: son los productos del habla cotidiana, o si se quiere, los productos del intercambio social: funcionan en el marco de sus coherencias que pueden ser diferentes para el enunciador y el perceptor, es decir, “las proposiciones pueden ser coherentes para el hablante pero no para el oyente hablando empíricamente, el discurso, no tiene coherencia sino que la coherencia le es asignada por los usuarios del lenguaje” (van Dijk, 1990: 95-96) o como dice Stubbs, en el acto del habla cotidiano, si bien aparecen lógicas distintas, “lo que está mal construido desde un punto de vista lógico” (1987: 19) aparece como normal en el intercambio y desde ya implica marcos de creencias y suposiciones distintos. Ahora bien, los textos sociales para un análisis en detalle, desde el punto metodológico del análisis del discurso debe ser transferido a otro soporte y por lo tanto a su transcripción. Pero esto no quiere decir que en el mismo hecho de su performatividad, no sea analizable en el mismo momento de su realización, acción que es frecuentemente hecha por quienes intercambian, interactúan, por medio del cual se confrontan actitudes, comportamientos, roles. Esto lleva a su vez que el análisis también es empírico, en una primera instancia, por parte de los perceptores de todo tipo de mensajes.

d) Los textos audio-visuales: que son producciones específicamente no lingüísticas pero que al igual que el lenguaje poseen un sistema propio: su base es la codificación o si se quiere la acumulación sistemática de signos para la expresión de algo. En el caso de lo visual (como puede ser la pintura o la fotografía) o textual está eminentemente todo el sistema kinésico, etc. mientras que en lo sonoro, todo lo que implica lo audible, etc. Pero en ambos casos, como puede ser el de la televisión o el cine, encierran a su vez los textos sociales o la lectura de textos como los de los casos a) y b).

e) Los textos transcritos: que son producto de las transformaciones de los textos en nuevos formatos como ser conversaciones o entrevistas grabadas o registradas, lecturas de textos literarios en formatos audiovisuales o, descripciones de audiovisuales e inclusive hipertextos que entre unos y otros remiten a diversas comunicaciones. Para el caso del análisis de discurso, la transcripción es desde ya una estrategia (van Dijk, 1990: 55).

Todos los textos funcionan dentro de una competencia textual. Lozano, Peña-Marín y Abril indican que tales textos pueden ser aparentemente contradictorios pero son textualmente coherentes, o son textos aparentemente incoherentes en el nivel de su manifestación pero no lo son en otros niveles. “De hecho -dicen ellos-, en los actores sociales, en los interlocutores de una conversación, o en el lector de un texto, [que ] se da una competencia textual que les hace capaces de recibir como coherente un texto que pudiera en principio no serlo. Una primera consecuencia que podemos inferir de la existencia de una competencia textual es la capacidad de captar (o atribuir) la coherencia de los textos independientemente de su forma lingüística. Así vista, la competencia textual se puede concebir como una especie de mecanismo de generación de coherencia, allí donde aparentemente no la hay” (1989: 20).

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